Entrar en México fue lo menos divertido y lo más
caro de Centroamérica. Tienen la frontera en la linea del mapa y la aduana a
unos 40 kms. Para rematar la faena, la aduana cierra los Sábados a la cuatro de
la tarde, así que al llegar a las cinco, nos vimos obligados a pernoctar en
Tapachula. Como dije en la anterior entrada, me acordé de que teníamos que
pagar en forma de depósito 300 Dólares, así que los saqué en efectivo, con
moneda local (Pesos Mexicanos) para que en la frontera de salida fuese más
rapido la devolución del mismo. Pero.... una mierda para mí como el sombrero de
un "picaor". ¿Cómo que no podía pagar la fianza en moneda local? El
motivo de esa fianza, según el chico de la aduana, es para evitar que los
Yankis vendan sus vehículos en el país. Me parece perfecto. Pero lo que me
parece raro es que sea con la moneda de esos norteamericanos y no con la del
propio país, ya que todos los que llegan a México no lo hacen por EEUU. La
solución de toda esta incomprensible situación, fue pagar la fianza con la
tarjeta, dejándola más fina de lo que ya estaba. A eso había que añadir un
nuevo impuesto, porque según la chica de la frontera, que se encontraba a 40 km
de allí, había puesto que estaríamos en el país 180 días, cosa que me enteré
allí. Si no queríamos pagar los 30 dólares por cabeza, teníamos que volver a
ver a esa señora, que cambiara un 180 por un 7 y cruzar el país en ese tiempo.
Yo dije que no, que si tardábamos más de 7 días ya lo pagaría al salir por
EEUU, pero el aduanero continuaba con sus injustificadas explicaciones sin
sentido.
Pero todo esto me aburre, te aburre y aburre al
tiempo. Pero más aburre que en menos de 24 horas te hagan abrir las maletas de
la moto y como nosotros vamos... más aún. Retén militar, retén policial y retén
militar otra vez; los tres primeros en la primera hora rodando por el país.
Creo que ha sido la primera vez que me sacan de quicio y le echaremos la culpa
al tórrido calor y a que me habían desplumado en la frontera. Le dije al
sudoroso militar, que no me salía del alma o de los cojones... no me acuerdo,
que estaba hasta el gorro o la polla... no lo recuerdo, y que si quería que me
detuviese o me entendiese... no lo recuerdo. Me dijo con su acento mexicano que
"Pareses enojado buey, ¿por qué buey? y le dije "picha, será la
calor"
Llegamos a Tehuantepec y el ritual de siempre y
ahora con más ahínco; buscar el lugar más barato para dormir, comprar un
paquete de salchichas en el "Oxxo"(cadena de pequeños supermercados,
que salpica todo México) calentarlos en el microondas destinado para otras
cosas, comerlos allí mismo e dormir.
Recorrimos más de 600 kilómetros donde nos
esperaba Antonio y Rosa en Puebla. Una maravillosa pareja que nos abrió las
puertas de su casa. Llegamos bajo un manto de agua que nos acompañó las últimas
tres horas. Antonio me conocía mediante facebook (El Búfalo ktm) y seguía el
viaje de este que escribe y la loquilla que se había osado a acompañarlo. Lucía
una camiseta que decía... "La moto no es lo que importa, el viento es el
mismo". Camiseta de su viaje por Centroamérica. La pregunta era obligada
¿Que moto llevaste? a lo que respondió... una KLR.
Cenamos y desayunamos como reyes.
A la mañana siguiente nos visitó el Sr. Cruz.
Estuvimos placticando, porque aquí se plactica en vez de conversar. Fuimos al
Oxxo y me dijo... "Toma, para contribuir con tu viaje" y creo que es
la primera vez que he aceptado dinero. Ya en la casa fui a la maleta y tanto a
Rosa, como a António y al Sr. Cruz les regalé un pin del búfalo con su pegatina
por la ayuda en este largo viaje. Mil gracias.
En el D.F todo fueron reencuentros. Llegamos
directamente al taller de Charly, el Moto Gp 46 que ya me patrocinó en la ida.
Abrazos y os sigo contando!!!!
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