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sábado, 8 de junio de 2013

Centroamérica y sus fronteras

Con la razonada euforia de haber conseguido pasar el tapón de Darién, salimos dirección Costa Rica. En el Panamá by Luis dejamos a tres españoles que justo acababan de llegar, buscando un futuro para sus vidas. Da pena ver españoles esparcidos por el mundo por cojones, en vez de cachondeo.  Mis mejores deseos para estos chicos y su real aventura.


Costa Rica hace honor a su nombre y si filón por ello. Un país, en el que las gasolineras están anunciadas en inglés, te da pistas de lo que se ha convertido. El precioso país, al menos lo que hemos visto que realmente no ha sido mucho, pero la mezcla de surf, jugo de cocos, hamacas y sol… personalmente me encanta. De Costa Rica a Nicaragua y de a Honduras. Luego El Salvador donde paramos dos noches con la intención de ver a Mágico Gonzáles de nuevo pero no fue posible, aunque le he dejado un regalo en el hostal, que sé que le llegará.


Todos estos países a su paso por la panamericana están en buenas condiciones, excepto un tramo por Nicaragua y la entrada a Honduras que son para mandarlas a tomar viento o al mismísimo carajo…  y no por ello precisamente, sino por lo que a continuación os explico por lo que estoy encabronado de la parte de este viaje.

Entrar a Costa Rica… 30 USD por cojones, por un seguro que aunque tengas uno internacional, debes de pagar sí o sí, y como otro lugar para pasar no hay… estas obligado a ello.  Luego en Nicaragua 12 USD por persona más un seguro de 12USD por otro seguro obligatorio… en total 36 USD para cruzar un bello país con unas carreteras de mierda en algunos tramos… y si no es suficiente, hay que pagar 2 USD por persona para salir del país. Según ellos es el precio de la tinta para poner el sellito de turno. Llegamos a Honduras y ellos no van a ser menos aprovechando la situación geográfica. 35USD para circularlos 130 km, más o menos, que hay desde una frontera hasta llegar a El Salvador. Esos 30€ os puedo asegurar que no son para invertirlos en carreteras. Agujeros como pozos donde si metes la rueda delantera a cierta velocidad, te la revienta y te vas al suelo.









 Luego llegamos a El Salvador… pero no te salvas y tienes que sacar un seguro de 10 USD por la moto. Un seguro de un mes que usaras un par de días, sin la opción de usar el internacional tampoco.  La frontera para ingresar en El Salvador es de las más desastrosas y desorganizadas que me he encontrado nunca; entres por donde entres. Aún recuerdo a la pobre Alicia Sornosa, sudando con el traje de astronauta mientras siempre faltaba el papelito de turno. Fueron algo más de tres horas mientras que esta vez llegamos a las 4 horas. Incompetentes que ejercen de amas de llaves del país al que representan, capaces de hablar en tu puñetera de cara sobre cremas para la piel, mientras escuchan música con el teléfono, mientras tú te mueres de calor y la desesperación casi se puede tocar. Estoy seguro que habrá mucha gente preparada que están buscando trabajo en la puerta de un Mc Donald´s.
Para entrar en Guatemala hemos tenido que pagar 25 USD por un seguro que sólo usaremos 2 días. Nos queda la última frontera de Centroamérica; la de México y me acabo de acordar, que la otra vez cuando entre por Estados Unidos tuve que pagar una fianza de 300 USD que me dejará temblando en mi paso por México.

Pero así funcionan las cosas y hay que adaptarse y yo me adapto aunque no me parezcan justas estas normas. Si fuese un camión y utilizara sus carreteras para hacer negocios, lo podría entender, pero para un turista que viaja en su moto, que no le cabe ni un collar de recuerdo… no lo veo justo… aunque quizás no sea justo pasar a tanta velocidad por estos paradisiacos países sin amortizar cada sablazo en la frontera… ojalá haya otra vez y ojalá ese dinero me parezca ridículo.    

lunes, 3 de junio de 2013

El Tapón de Darién

si no te apetece leer, antes de empezar todas las fotos, tienes un video resumen del cruce de "El Tapón de Darién"

Dormimos en Medellín en un albergue de camas compartidas en la zona buena de Medellín. Aquella noche la lluvia de los locales era el diluvio universal de los forasteros y apetecía cualquier cosa, menos pasear por la calle. Los colombianos son gente maravillosa, serviciales y atentos como jamás Ojos Verdes, pudo imaginar. Antes de llegar al hostal, en un atasco, un chico me regaló una gorra y unas galletas; la primera de recuerdo y las segundas para nuestros estómagos. Estando en el hostal recibí un mensaje de Camilo. Un joven de la ciudad, que me acompañaba virtualmente desde que comencé a rodar con Alicia. "Paso a verte antes de que os marcheis" Y eso hizo, pero la visita se convirtió en invitación y terminamos durmiendo una noche más en su hogar y el de María Elena, su mamá y una mujer simpatiquísima con "golpes" como... "ah! tienes dos hijos... cada uno de una madre pero con la misma" Yo me partía de risa. A la casa también vino a visitarnos Juan Mejía, otro compañero virtual de viaje. 






Al otro día, que era Viernes, continuamos con nuestro destino a Turbo sin tener nada claro de cual sería nuestra suerte. El viaje de unos 340 Kilómetros se tornó lento por la lluvia y desprendimientos que hacían de la carretera una pista de patinaje con lodo haciendo de deslizante. Inoportunas piedras que querían emigrar de donde dormían y una niebla más espesa que el humo de un concierto Rasta celebrado en una cabina de teléfono. Llegamos a Turbo y del fresco pasamos a un insoportable calor pegajoso. Terminamos en "la plaza del barco" que se encontraba junto al puerto del Waffe de donde debía partir un hipotético barco que aún teníamos que encontrar. La intención era encontrar un barco que llevase la moto a Colón directamente y nosotros ir pasando de lancha a lancha hasta llegar a Panamá, donde fuese, y de allí a Colón. Pero como he dicho antes... era Viernes y eran las 15:45. A las 16:00h ya no trabajaban los que debían de hacer los papeles de salida de la moto y no volverían a retomar la jornada laboral hasta el siguiente Lunes. Teníamos dos días para averiguar barcos.



Y buscamos y buscamos pero nos encontramos con una sorpresa inesperada de esas que no te encuentras en la wikipedia ni en foros de otros viajeros. Había nacido un problema como crecido un enano en el circo de un gafe. La frontera panameña no permitía la entrada de barcos con bandera del país vecino, Colombia. Problemas burocráticos que salpicaban a indios vendedores de cocos y plátanos e indirectamente a dos viajeros de dos ruedas y pocos medios. Llamamos a Teo (+573146786632 ) que nunca lo llegamos a conocer, pero que tenía la solución para mandar la moto. Lo creo así porque su teléfono lo encontré en un foro y la nota era de hacía 4 años y cuando lo llamé, para mi sorpresa, aún respondia Teo al celular.


El limpio puerto del Waffe (Turbo)


El precio por mandar la moto erá de 250 USD y tardaba 36 horas en hacer el recorrido. Una pena que el conflicto fronterizo desbaratara mi plan en tan solo dos tardes. ¿Escribí "pena"? De pena nada. Preguntando entre rudos navegantes de voces rasgadas y piel negra, de los cuales llegué a hacerme amigos, me dieron varias soluciones. "Manda la moto en "El Pipe" que te la dejará en Sapzurro y vosotros salir en las lanchas pasando antes por Capurganá donde debéis sellar la salida del país (Colombia), allí encontraras una panga que os lleve de Sapzurro a Puerto Obaldía. Allí tenéis que sellar la entrada a Panamá, la vuestra y la de la moto. En Puerto Obaldía esperad un barco que os lleve a Cartí y allí... ya tenéis carretera". Cuando "El Guacamole" terminó la explicación le dije... "Espérate picha que voy por un boli y un papelito que no me he enterao de un carajo"

El Pipe Turbo-Sapzurro 


Con mi papelito en el bolsillo e incluso unos contactos que me había pasado "El Guacamole" para que les dijera que iba de su parte, me fui al hostal donde estábamos pernoctando para explicárselo a Ojos Verdes, aunque ella ya sabía de esta opción y no lo veía muy claro. Yo tampoco ni con el papelito delante. 5 noches fueron las que estuvimos en el Soussa durmiendo, frente a la plaza del barco. Hicimos  buenas migas con "Hames" el hijo de la dueña que nos ayudó a movernos por Turbo. Una ciudad, que según me contaba, afortunadamente, ya no es lo que era.


Estaba decidido y no teníamos otra opción que la abstracta que me ofreció el marino. El Pipe llegó y le dejé la moto y los papeles de la misma. Precio en USD por ese trayecto, solo la moto 100 USD y la lancha en la que partimos a la mañana siguiente costó 62USD por los dos. Esa suma y las 5 noches de hostal por solo 5USD cada uno, llevábamos 202USD y sólo estábamos en la primera parada.

 Esto no es Isla Mágica
Lancha Turbo-Sapzurro pasando por Capurganá
total unos 50 USD


En Sapzurro fuimos a dormir a "El Sombrero" aunque os aconsejo "El Chileno" mismo precio y muchísima mejor atención y belleza del lugar. La moto llegó a puerto por la noche, como habíamos acordado con sus papeles y todo. Nos montamos en la moto tras bajarla sin dificultad y nos fuimos a dormir. La policía me dio el alto. La gente nos miraba. "¿Donde vais?" A dormir, le respondí. "Tenga usted cuidado conduciendo por aquí, los niños jamás han visto una moto como esta. Usted es el primero en la historia de Sapzurro que circula por el pueblo" Me quedé a cuadros... pero claro... un pueblo, al cual solo se puede llegar en barco o por un pequeño sendero peatonal, era lo normal. Miré a mi alrededor y claro... ni había carreteras, ni señales, semáforos ni nada para circular. Según aquel policía, las motos que había llegado, se quedaban en el mismo muelle y directamente eran metidas en otro barco. Por un momento me sentí como el cabrón de Colón mientras todos aquellos niños, alertados por el ruido de la moto, se acercaba a curiosear. ¡¡Mirad la moto!! se decían unos a los otros. Yo tocaba el pito o aceleraba un poco y sus rostros se llenaban de alegría contagiando el mio.

Un "señor" me dijo que me llevaría la moto y me cobraría unos 45USD, moto y nosotros incluidos. A la mañana siguiente y a solo una hora de salir todos juntitos del muelle, quería más dinero. Mi ansiedad quería pagar pero mi orgullo se negaba. El orgullo ganó, así que tenía que buscar otra barca que nos llevara a Puerto Obaldía.
Llegada de Chilitrini a Sapzurro



Fernando, un chico negro de madre y blanco de padre como se define él, me detuvo mientras recogía la moto de "El Chileno" donde había pasado la noche Chilitrini. "¿Necesitas una panga para ir a Puerto Baldía? yo tengo una Panga" Le dije que sólo podía pagar 45 USD y aceptó.
Yo preparé mis cosas y el las suyas para vernos en la orilla de la playa. Cundo vi la panga... crucé los dedos. Conseguimos meterla con la ayuda interesada de unos chicos que pretendían cobrar el minuto a precio de hora. Nos montamos todos en ella y fuimos a Puerto Baldía. Lentos y con un motor para otros fines, conseguimos llegar a nuestro destino... Fernando lo decía "Ellos tienen barcos más grandes, pero yo soy más original en el mar, llevo desde los 7 años" Os aseguro que este tipo era original dentro y fuera de su panga.


La panga de Fernando ya en Puerto Obaldía 45 USD los 3


Fernando´s panga

Directamente, después de sellar nuestra entrada en el pais, preguntamos por un barco que nos pudiese llevar a Cartí.





 Estábamos en un punto clave de la travesía. Había barcos que nos podían llevar a los tres, durante 4 u 8 días por unos 300 USD con la comida incluida. El tiempo para mí como para tí es oro. Mientras comíamos algo valorábamos opciones. Un chico se acercó en bicicleta "¿Necesitáis ir a Cartí?" Sí, le dije sin expresar muchas emociones. "Hay un indio que sale en unas horas, le pregunto a ver que os cobra" Cuando volvió el precio no me gustó. 500 USD por los tres. Con la lógica de que era un largo viaje de unas 12 horas en barco. "Se me va del presupuesto amigo" Finalmente acordamos unos 400 USD, que comparado con los 300 USD de la opción del barco y el tiempo que tardara en aparecer y con ello nuestros gastos diarios... aceptamos. Puerto Obaldía, que parecía el mayor de los problemas, no llegamos a pasar una noche. Un total de 747 USD, contando con los hostales... muy lejos de los 1600USD que hubiese costado mandarnos a todos en avión. 



Meter la moto en la última lancha no fue nada facil, pero lo hicimos sí o sí. El patrón del barco nos fue franco. "Hoy no llegaremos a Cartí, así que dormiremos en una isla por el camino donde yo soy docente" Y yo decente, pensé, ahorrando la broma al viento.
Visitamos islas por el camino donde la gente vivía con lo que tenía y pescaba aunque el consumismo ya se había instalado en sus vidas en forma de pequeñas tiendas de comestibles.

Dormimos en casa de una familia Kuna Yala...



Casa Kuna Yala donde dormimos



...a cambio de 5 USD por los dos. Al otro día sobre las 9 de la mañana ya estábamos en Cartí y sobre las 11 en el Hostal By Luis... donde en Noviembre, estuve atascado 24 días por no poder pasar el maldito Tapón de Darién.


Y llegamos a Cartí


Resumen de como cruzamos el Tapón de Darién

Imagenes de la travesía