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miércoles, 26 de diciembre de 2012

Felices fiestas desde Ica (Perú)

Guayaquil fue duro. No por sus carreteras ni su masificado trafico en fechas navideñas. Allí esperaba la llegada de Hernan en las puertas de un supermercado pero llegó Gabriel. ¿Cual es tu plan? No tengo planes nunca cuando me dicen que me pase por allí a saludar o por que quieren conocerme. Estaba cansado del viaje y sobre todo de una calor pegajosa que se convierte en veneno en las grandes ciudades, que alimentan el infierno con su polución. Me dijo que lo siguiera y fuimos a su casa. Me ofrecieron un cuarto con baño privado y aire acondicionado. Navidades adelantadas para mí. Después de un merecido aseo con agua caliente llegó Hernan. Un tipo más alto de lo que imaginaba y nos fuimos todos a cenar. La cena era a base de mariscos, arroces y mucha cerveza. A la cena se incorporó Faly. Cena de reyes para un viajero como yo. Hablamos del viaje, de las motos y de anécdotas varias de unos y de otros. Insistían que tenía que conocer Montañita, un pueblito que había dejado atrás unos 150 km. No me hacía gracia retroceder, pero aquello pintaba bien y la verdad es que en Quito ya me lo habían aconsejado. Al otro día marché a Montañita.

La carretera es buena, pero si la policía te pilla a mas de 125 en una carretera de 100 km/h terminas con los huesos en la cárcel por unos tres días. Al llegar a dicho pueblo, pintoresco y donde los seudo hippies con las visas de papá y buenas tablas de surf lucian cuerpos de gimnasio, empecé a notar cierta decepción del lugar. Fui a la playa y mi sorpresa fue que era exactamente igual que la playa de Conil de la Frontera, en la parte de "El Roqueo" y el ambiente parecido, aunque en casa la variedad es muchísimo mayor. Pero sí, tambien estaban esos surfistas de carpeta buscando tetas con la excusa del surf paseando sus tablas junto a un mar plato, que para los ajenos al surf, es cuando no hay una puñetera ola para surfear. Quería surfear, pero iba a ser imposible. Busqué un alojamiento que no fue realmente económico para ser el país que era, aunque asequible para el país de donde venía. Dejé las cosas y me fui a pasear por el pequeño pueblo. El ambiente era turístico y se oía más ingles que español. Me fui a un bar a tomar algo. El acento del camarero no era de allí ni sus pintas tampoco. Efectivamente era español y de Sevilla. Hablamos un rato y a los 20 min. tenía la oportunidad de trabajar en aquella pizzería, bar. Me duché y a las 19:30 h ya estaba listo para la jornada. Atendí mesas, fregué platos, limpié mesas, serví comidas, hice comandas... lo normal de un camarero o mesero como llaman por este continente. Al final de la jornada y con deber cumplido, el responsable del negocio me confesó que le había salvado la noche pero aquello no quedó reflejado a la hora de cobro. 10 dólares americanos fue lo que cobre más unos 5 de propina de unos clientes que alguno que otro, se descojonó conmigo. No volví a trabajar y es más, me fui un día antes de lo esperado de Montañita y con la cagada de los Mayas. Me encantaría ver la cara de los que invirtieron una fortuna en sus búnker al salir de este en unos meses y ver que no ha pasado nada y que tienen que pagar la hipoteca de tanto hormigón.

Volví a Guayaquil y Hernan me recogió a la entrada de la ciudad. Aquella noche, parecía que iba a ser la re despedida. Empezamos con cervezas. No entiendo ese afán de llevar a los viajeros a dance table o puticlub, pero bueno... hay que dejarse llevar. Las chicas pasaban delante de nosotros con acrobacias dignas del circo del sol. De pronto el spiker, da la bienvenida al Búfalo, que venía desde Alaska en una moto. Ahí estaba Faly, con sus 49 palos y con la cabeza de 14. Ya le dije... de mayor no quiero ser como tú, sé que seré como tú. La primera botella de Vodka se evaporó y la segunda ya estaba en camino, cuando las víctimas fueron cayendo poco a poco.

El mejor torero de la tarde fue Hernan, ya que salió a hombros del local. Faly no sabía donde estaba y Germán disfrutaba de la escena. Yo la verdad es que estaba bastante bien después de tanta ingesta y es que el calentamiento lo tuve en Montañita.

Al otro día, uno sin gafas otro que no responde al teléfono y otros con dolor de cabeza. La resaca no debía pararme al siguiente día y marché rumbo Perú. Lo que más me llamó la atención es que sus mujeres, menos Faly que es soltero, sabían donde íbamos a estar y la verdad es que no hicimos otra cosa que reírnos alrededor de unas botellas y unas tetas ajenas que no tocamos porque tenían un precio, para mí, demasiado alto por muy bueno que fuese el cirujano.

Hernan y su familia me acompaño dirección Perú. La carretera perfecta. La frontera fácil y casi sin darme cuenta ya rodaba por otro país. Un País infectado de trimotos, que son motos con dos ruedas atrás, que hacen de taxi por la ciudad. Se meten por todos lados y son bastante temerarias. Por un momento pensé que se había roto la pista de los autos de choque y andaban desparramados por la ciudad sin orden ni sentido. Llegué a Máncora de noche y contento por que un día que parecía perdido se convirtió en un gran avance. Preguntando y preguntando conseguí una cama por poco más de 5 euros. Dormí, como un perro chico y a las 6 de la mañana ya estaba listo para continuar mi viaje. Con la noche de navidad, cosa que respeto pero no me apena no vivirla, sí el fin de año, en la vuelta de la esquina me hice 615 km para pasarla con Alicia que andaba cerca de Trujillo. Y eso hicimos anoche, pasar la navidad comiendo ceviche a precios de risa en una casa que le han dejado. Nos hemos reído mucho hablando de nuestras anécdotas y quiera que no, en la distancia, aunque a uno le importe un pimiento el nacimiento del niño, se agradece pasarla con gente de la tierra.

 

Os deseo a todos unas felices fiestas, aunque como ya he dicho anteriormente, os deseo un año 2013 del carajo de bueno, donde la palabra crisis se apague y que la palabra felicidad se encienda. Os deseo muchísima salud, que lo es todo. Que el 2013 sea sinónimo de progreso personal y emocional. Ese día si que no sé donde lo pasaré, ya que mañana, cada uno toma su rumbo y su viaje. Ni idea donde estaré y ese día si que me apena pasarlo lejos de los míos. Sé que estáis ahí y recibo vuestro cariño y sois los que hacéis que todos los días de estos 4 meses de viaje que cumplí la noche de noche buena, todos, todos esos días han sido especiales porque habéis estado ahí en los buenos y malos momentos. Siempre agradecido compañeros. Sois mi gasolina. No lo olvidéis.

AHORA PON ESTE VIDEO A TOPE

Muchas gracias por estas fotos!!! UN DETALLAZO!!

 

 

Gracias a todos mis patrocinadores, los que esta aquí y los que han llegado durante el camino.

UN MILLÓN DE GRACIAS Y FELICES FIESTAS

 

lunes, 17 de diciembre de 2012

Internet follador de aventuras.

En Popayán Toscano me recibió en su casa como a un primo que trabaja en Irlanda y vuelve a casa por Navidad. No me faltó de nada y de nada me pude quejar... estaría bueno. El arreglo de la moto quedó perfecto y Toscanó invitó a la soldadura sin darme tiempo a meter mis manos en unos bolsillos más contentos porque Edreams me devolvió el dinero que era mío cuando me cobró dos veces el billete de Panamá a Colombia. Salí de Popayán con dirección a Pasto y una carretera medianamente complicada aunque muy entretenida me esperaba. Curvas y asfalto de tercera regional donde la moto del pobre sufre más que la del rico haciendo al primero más fuerte que el segundo.

La pobreza hizo presencia en la belleza de una vegetación pomposa adornada en ocasiones con altas cascadas. Las niñas miraban sonriente a ese motorista que cabalgaba una preciosa moto roja para aquel país, esperando quizás que este parara para llevársela a un lugar mejor. Más hormonas que diversidad de hombres en esos poblados donde las vacas lucían xilófonos en sus laterales mientras las gallinas podaban el césped. Los perros sin raza se olían sus genitales sin protección. Sus dueños exentos de oportunidades vagaban viendo la vida pasar de un mundo que no iba más allá de la curva de la carretera.

 

En las distancia pude ver unas nubes negras como los huéspedes de las aldeas que había pasado. Pasto estaba muy cerca ya y no paraba de subir en altura que presentaba su frío a los viajeros. El frío es llevadero pero cuando lo mezclas con agua es una tortura para unos pantalones que lucen una carcajada en la entrepierna. Que raro... empezó a llover y busqué un lugar donde poder cambiarme con garantía de que la solución fuese acertada y no terminar mojado y lleno de barro, pero ese lugar... nunca llegó. Los últimos Kilómetros a Pasto fueron acompañados por una capa de agua imparable, fría e incómoda. Al llegar a Pasto, busqué un teléfono para llamar a Diego, el contacto que me había facilitado Toscano si paraba allí. Al rato llegó, me acercó a un hotel muy barato pero no por ello malo y pude secarme. Esa noche fuimos a dar un paseo con las motos junto a sus amigos. Vimos las luces que adornan estas fechas parques de la ciudad probando las típicas bebidas calientes que se sirven en estas fechas. Después de un rato, que también llovió me fui al hotel a descansar y madrugar para que a la mañana siguiente me diese tiempo de sobra llegar a Quito sorteando las terribles fronteras.

Pasar de Colombia a Ecuador no fue realmente difícil comparado con centro américa. Al llegar a Ibarra, la primera gran ciudad después de la linea, me percaté que un sonido metálico cantaba por la zona del motor. Ni idea que podía ser y es que mis conocimientos de mecánica... bueno, ya sabéis como son. Abría gas y lloraba unos segundos después. Busqué un taller en Ibarra pero mi ansia por hacer kilómetros era más grande que la propía lógica de la paciencia. Cuando salí de Pasto por la mañana me sentía imparable como una paja en su último segundo de vida, pero solo eran las ansias por pilotar, oler, ver... sentir al fin y al cabo después de un problema y otro así que la incoherencia hizo acto de presencia y decidí llegar sí o sí a Quito.

A mitad de camino ya pensé que lo que estaba haciendo era una estupidez y que los daños podrían ser mayores.... pero llegué a Quito. Sin albergue previamente apartado, sin teléfono, sin gps, sin mapa de Quito... como a mí me gusta. Yo, mi moto mi soledad, mi moto y su ruido fuimos guiados por el instinto como en aquella vuelta al mundo o como al principio de este viaje. Donde sólo tú puedes salir de una situación u otra. Pregunté a un agente de transito como llaman aquí por un hotel. Me mandó a uno que ya sin entrar sabía que iba a ser imposible alojarme en el. 214 euros quería ellos y yo también. Imposible le dije a la chica. Le pregunté si me dejaba la clave de internet y así buscar un albergue de esos baratos que me encantan por lo que se cuece en ellos y por las historias que ves, pero esta empleada se negó a dejarme la clave. Le di las gracias y marché con el tamaño de una hormiga en aquella ciudad. Pregunté a una chica que paseaba con su hija por un hostal cercano como acercar se acercaba la noche y con ella sus cosas buenas y las malas también. Me indicó pero nunca lo encontré y si aquello ocurría tenía la dirección de esta mujer que generosamente me ofreció su casa y me apuntó su número de teléfono. No lo usé, esa noche tenía una video conferencia con moteros gaditanos, y después del generoso ofrecimiento me pareció muy feo preguntarle que si tenía WI-FI para dicha conferencia que gustoso ya me había comprometido y tenía mucha ilusión en hacer.

Preguntando aquí y allí encontré un hostal a un precio razonable. Algo más de 20 euros, no está mal para una gran ciudad donde es más barato pagar esto que dormir en sus calles... y tenía internet. Y es lo que está dejando que una aventura deje de ser una aventura pura. Y es que con internet tienes toda las soluciones. Lo he dicho varias veces... google es dios, le preguntas y siempre te responde. Fui al facebook y con la sensación orgullosa de que aquella noche podría haber dormido gratis en una casa ajena por pura caridad, pero esa noche era especial para mí y no debía exigir más de lo que la humildad ofrece. En el facebook, como iba contando, puse lo del sonido en la moto y automáticamente la parte superior de los mensajes se iluminó a rojo. " Aquí tienes el teléfono de ..." no terminé de leer el mensaje cuando ya había uno detrás de otro que nunca abrí. Es un colchón enorme saber que con un telefonazo tienes todo arreglado o simplemente con una suplica en internet. " Esto no es aventura " pensé directamente. No es aventura aunque tampoco es turismo y se puede convertir en simplemente viajar. Es de agradecer todos esos mensajes de ofrecimiento que no quería leer. Necesitaba y me gusta resolver los problemas yo mismo y en la medida de lo posible. Eso hice, me puse unos vaqueros ignorando el facebook y salí a la calle a buscar una solución, información para continuar por mis propios medios, como al inicio de este viaje. Cuando sin internet ni dinero la imaginación hizo que consiguiera llegar a Vancouver. Llegué a un bar donde jóvenes gringos demostraban su fortaleza dándose correazos en el culo y bebiendo como cazurros, algunos a las 8 de la tarde ya lucían sin camiseta. Pedí una cerveza, inversión necesaria para poder pedir información, mear y cagar si es necesario. A la hora estaba bebiendo cerveza gratis, con un taller localizado y con una recomendación con nombres y apellidos para ahorrar en gastos... aunque así fue la última vez en Cali y... una mierda para mí, pero al menos tenía un taller cerca donde poder ir.


Volví al hostal contento por haber "solucionado" o al menos haber arrojado luz para el siguiente día. Encendí el ordenador y cual fue mi sorpresa al ver que el facebook parecía un racimo de tomates cherry en su parte superior. Nuevos amigos de Quito, tres o cuatro teléfonos a los que poder llamar. Amigos de Alicia de donde ella se encontraba dispuestos a pagar el arreglo de la moto, alojamientos. Agradecido 100% por tanto apoyo, no hay duda, pero una parte de mí, la misma que decidió cerrar el ordenador y marchar a la calle a buscar una solución, me volvió a repetir... "Búfalo... esto no es aventura, esto no es lo que buscabas cuando montaste en el avión en Agosto. No, pero estas personas te quieren ayudar y lo hacen porque se preocupan por ti" Me dejé querer, pero por última vez y hable con uno de los contactos, Gabriel, y quedamos al otro día. Todo hecho y solucionado y mil veces agradecido por aquí y en persona, pero el mismo sabe y os hago saber... que si vuelve a pasar algo en los más de 10.000 km que quedan por delante, lo intentaré solucionar y a toro pasado os contaré que pasó y como se solucionó.

Con el simpático Gabriel he ido al taller y al final ese sonido que tanto me preocupaba, era que en aquel taller de Cali, donde las ruedas iban a ser gratis, donde me ayudarían y donde me rompieron el tanque a un repique de una tragedia... no apretaron bien el cubre carter y se han ido soltando la sujeciones con ese ruido hasta que precisamente hoy mientras íbamos al taller se ha soltado y en una curva y añadiendo el tráfico por muy poco no termina aquello en un accidente. Engañado y estafado me he siento después de aquella visita al taller que no fue de casualidad, fue un ofrecimiento que se convirtió en trampa. Aun estoy esperando que me manden la factura para saber que aceite lleva mi moto y poder comprar un bote para la ruta.

Os aconsejo que os paséis por esta página de Don Solaris que es una explicación magistral de la soledad que tantas veces he nombrado en el blog y el anterior pero jamás con tanta habilidad como Don Solaris.

http://newyorkushuaia.blogspot.com/2012/12/el-arca-perdida-y-los-besos-de-marion_13.html?m=1




 

viernes, 14 de diciembre de 2012

AGUA TE QUIERO AGUA

Me hubiese gustado salir a las 6 de la mañana pero no me levanté aunque el despertador más que sonar, golpeaba inútilmente una mente anestesiada por 10 gotas de relajante muscular que me dejaron muerto la noche anterior. Al despertar, la lluvia cantaba en la calle mientras yo blasfemaba en la habitación. Después de unos días de calor, cuando tocaba conducir dios tiraba el resto del cubata sobre mí una vez más a la vez que arrastraba los muebles. La tormenta era fuerte. Estube un rato esperando que amainara pero fue en vano. Una cortina de agua no cesaba de caer y tuve que concienciarme de que aquello no iba a cambiar en toda la mañana, así que fui a miontar la maleta del tanque para marchar, pero no fue asi de facil. Los mecánicos del taller había olvidado poner la correa que va al tanque anclada con un tornillo. Busqué las herramientas y los solventé, pero la sorpresa fue cuando al poner la maleta, uno de los enganches curioso y entrometido, se metió por el tubo de escape y derritiéndose quedando maltrecho. Después de jurar en hebreo lo conseguí "arreglar" con cinta americana y pude partir. La lluvia continuaba con ese afán de ducha sin jabón y sin ganas. Paré en una gasolinera y llené el tanque. El camino plagado de coches, motos pequeñas y pitos parecía que iba a ser insoportable salir de la odiosa ciudad pero cuando ese momento llegó después de tanto tiempo, volví a sentir la libertad aunque no parara de llover. Luego incluso escampó y más tarde diluvió y fue entonces cuando decidí hacer una paradita después de unos 130 kilómetros. Cuadró en una gasolinera pero iba lleno y no necesitaba carburante. Al parar noté que olía a gasolina, normal si estás en una gasolinera pero al estacionarme frente o mejor dicho en un restaurante, el olor permanecía presente. Me bajo de la moto, miro y aquello chorreaba gasolina como el mismo cielo agua en aquel mismo instante. No me lo podía creer. La moto había acabado de salir del taller. Mire los manguitos y todos conectados y la gasolina venía de más arriba, lógicamente se había roto oel tanque, que es metálico y mi pregunta era... como, por qué a mi, y por qué ahora...

 

Estando con Giovanni en Bogotá desmontamos el tanque para sacar el ventilador que luego tuvimos que volver a montar sin poder reparlo por falta de piezas y fue ahí donde aprendí a desmontar el tanque y recuerdo que le dije... bueno, al menos he aprendido a desmontar el tanque por si toca. Y toco desmontarlo. Efectivamente el tanque lloraba combustible y yo sangre después de esta racha de problemas. Lo reparé con lo que tenía y llegue a Popayam donde me esperaba Toscano gracias a Alicia Sornosa que me paso el contacto por internet... y eso es otra gracias al Internet se solucionó esto y es que en este siglo y con estos medios, no es tan dificil viajar. Fuisteis muchos los que me animasteis y aconsejasteis y menos mal que os hice caso. Fui al taller con Toscano y me dijeron. Menos mal que no te ha parado de llover, si la gasolina cae en el tubo de escape, con los calores secos que aquí hay normalmente te hubiese prendido y explotado el tanque probáblemente en la cara... y es que nunca llueve a gusto de todos o mejor dicho en este caso... no hay mal que por bien no venga. Hoy dia 14 casi seguro que continuamos con este viaje. Muchas gracias y ya sabeis... sois mi gasolina.

EL DIA DE AYER EN VIDEOS E IMÁGENES

 

ESTO SE ME HA ESCAPAO.... ESTO NO HA PASADO... NO HIJO NO :(

 

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Cuando la mente mata el físico

Estos últimos días han sido muy duros a varios niveles. Físico, mental y económico. Hay cosas que se cuentan a toro pasado para que la familia no sufra o para no reconcomerse más y más cada vez que pulso una tecla que a veces hace el efecto contrario y auto lesiona al que está aquí sentado en vez de hacerlo feliz. El caso es que hace una semana, más o menos empecé a orinar sangre mientras mi estómago, riñones y espalda pedían auxilio. No es agradable ni divertido. Hablé con un amigo que es médico, el Dr. Jaus, y le expliqué la situación. Lógicamente la distancia impide un diagnóstico exacto de lo que mi cuerpo alarmaba y me dio una posible causa de lo que estaba sucediendo. Una infección por algo que haya bebido o comido o quizás una piedra o a saber. Me dijo que podía tomar aunque aconsejó la visita al medico, pero no tengo seguro de viajes ni dinero para pagarlo y por qué no decirlo... me gustan los médicos como a los gatos el agua. El caso es que tomé lo que el Dr Jaus me recomendó y parece que estoy mejor. Descartamos dengue por aquella picadura en Panamá aunque los dolores de los huesos por lo visto son parecidos y aunque aún tengo la herida en el pie, quizás estos síntomas hubiesen aparecido antes. Tengo los pies y los brazos tiroteados por pequeños mosquitos que se están beneficiando de mi de un modo descarado y sin vergüenza. Una contractura que parece que ya me deja respirar profundo y temo ir a mear. No soy el Dr Jaus, ni tampoco el House pero pienso que todo esto es la derivación de un estado de estrés extremo por como han ido aconteciendo este último mes y es cuando entra el estado mental. Un millón de cosas en la cabeza menos abandonar. Obstáculos que aparecen por pura mala suerte y por falta de organización en otros casos. La moto tarde, el ventilador, no se vende el aceite que pusimos en México teniendo que cambiarlo entero, dos ruedas maltrechas, un freno delantero de baja y un ángel de la guarda que se cogió un mes de asuntos propios, una hija que cumple años en días y un hijo que crece sin parar. Un reto dentro del reto con más corazón que medios y una mujer que no me deja de amar y no por ello estorba. Un gps que no funciona un ordenador difunto. Un quiero y no puedo, una noche más sin avanzar. Un viajero referente que ha bajado de su particular cielo para castigarme por poder opinar, pensar y hablar. Me he equivocado quizás diciendo este comentario respecto al libro de Danny Liska, el primer viajero que hizo la panamericana totalmente por tierra que aunque mandó la moto por avión a Colombia el hizo el tapón del Darién a pie... "Después de ojear este libro sin llegar a leerlo... Esto sí es una aventura, todo lo demás... Marketing, competiciones, envidias y otras putas mierdas que sólo sirven para endiosar a personas tan terrenales como tu y como yo" o quizás se ha equivocado la persona que cree que solo hay un libro en el mundo de viajeros y es el suyo y esto confirma que yo me he equivocado diciendo eso, porque no me he leído todos como para expresar lo dicho. A todos esos escritores que no he leído, les pido disculpas. Por cierto, este comentario fue por que un amigo me dijo que iban a sacar un libro de un nota que había dado la vuelta al mundo en una moto de agua... un detalle, con tres barcos de apoyo detrás. A ese tipo... le pido perdón y espero que su libro no sea del tipo... gracias a mi aceite Paquito la moto aguantó mientras mi cara recubierta de crema Potingues plus... paisajes coño... paisajes... pero quizás esto es lo menos importante, lo que ocurre es que no me gustan las ambigüedades en ciertos aspectos, me refiero a cuando uno recibe un mensaje privado y no sabe si es una amenaza o un consejo o quizás sea una advertencia... estilo terrorista o maltratador sicológico. No voy a decir quién es para no recibir amenazas directas como otros que dieron su opinión. Y no es esta, ni este, la pena. La pena es que después de andar por muchas "tribus" digámoslo así, pensé que en el mundo de las motos era diferente desde que Mikhail me dijese en Rusia... un motero siempre ayuda a otro motero... dejé de ver esa rivalidad o territorialidad que se dan en las playas entre surfistas, donde hay picos donde probablemente no puedas surfear en la vida. Pero no, un simple comentario, como ya he dicho, quizás desafortunado a valido para señalarme con el dedo y enviarme al infierno de los borrados del facebook, "Fi te tú que plan" Lo gracioso es que en Facebook puedes tener 5.000 amigos pero sólo cuentan los que te ayudarían en una mudanza, pero este mundo es muy grande y muy pequeño a la vez y estoy seguro, que esto se puede arreglar en persona con unas cervezas como testigo, por lo menos por mi parte, porque doy mi palabra, ya que no me está permitido jurar, que jamás pensé en él... es lo que pasa cuando uno no se considera motero y los demás sí y siguen el viaje de uno. Y puede que sea este cúmulo de cosas las que me han roto las pelotas y es por ello que mi polla sangre. O quizás es de tocármelos tanto por el tiempo parado... o puede que tenga un lado femenino tan acentuado que me esté bajando mi primera regla... no lo sé. También son las fechas que son y por los niños lo estoy pasando peor aunque por otro lado y desgraciadamente, la vida me ha anestesiado contra este mal de la distancia. He visto crecer a mi hija una semana cada dos o tres meses. He tenido que aceptar y con el tiempo valorar, que el hombre que no lleva su sangre es más padre que yo por arroparla cada noche y llevarla al colegio cada día. Demasiadas lágrimas en aeropuertos para despedir a mi pequeño Sunny cada vez que se lo llevaban a Suecia. Despedidas que no te dejan respirar y abrazos rotos por la hora. Sí, estoy jodido por todo esto que normalmente y esté donde esté siempre me jode, pero aquí se acentúan estos sentimiento y creo que es por ello, lo de este mal físico. Manda cojones, un día quiero ir a Sudáfrica y ahora solo pienso en estos dos enanos. Me tranquiliza saber que mañana arranco la moto y veré por fin un avance considerable en mi ruta, o eso espero. Así que si queréis saber donde estoy durante el viaje podéis hacer click arriba a la derecha y ver mi situación real en América. Un fuerte abrazo a todos y ya sabéis, sois mi gasolina.

P.D: Aquí el motorista con más kilómetros soy yo... repartidor de pizzas durante 4 años y pico. No hacerme caso... estoy fresco.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Mi abuelo y África

Mi abuelo era un tipo serio y con un humor tan personal que nadie lo conocía o quizás pocos lo supieron ver. Era avaro como el mismo y tengo una imagen que jamás podré olvidar. Fuimos mi primo David y yo a pedirle una morguera, que es una especie de alambre con final de flecha que sirve para coger muergos o navajas según la parte geográfica desde donde leas esto. El caso es que el viejo abrió la puerta mientras nosotros esperábamos la negatividad a la propuesta. Mi primo preguntó con su voz de pito.. Abuelo... ¿me dejas una morguera?.... a lo que el viejo gruñó "No que luego se pierden" ... Mi primo ya corría escalera abajo mientras le gritaba valientemente al rudo abuelo, más pito aún su voz, "Métete la morguera en el culo". Creo que ha sido el único que ha tenido cojones en decirle las cosas claras al abuelo en la cara. A mi abuelo no iba mucha gente a verlo y es que estaba recogiendo todo lo que había sembrado antes. Nunca recibí un regalo de mi abuelo por navidades ni por cumpleaños ni por mi santo. El abuelo era un ser al que había que respetar sin toserle a la cara. Yo trabajaba en el norte de España y los sentimiento florecen en la distancia, entonces cada dos o tres meses que bajaba al sur una de las visitas obligadas era visitar al abuelo. Fui creciendo y no por ello madurando y cada vez hablaba con él cosas más de hombres, casi siempre a solas. Me sorprendió que supiese como funcionaba mi HK 9 milímetros a la perfección y de donde provenía esta pistola. Me contó como vivió su vuelta al mundo en el Juan Sebastián el Cano. Tenía nociones de alemán e ingles, raro a esa edad. Era tan egoísta como curioso y podías hablar de todo con él si sabías abrirle la boca. Historias que sólo los abuelos podían contar, pero siempre y tristemente en la soledad de un salón con poca luz proporcionada por el brillo del televisor.

Mi abuela se marchó antes después de una vida marcada por el dolor de un reuma que se la estuvo comiendo poco a poco durante unos veinticinco años. El abuelo no quedó solo porque parte de la familia bregó con el hasta que también decidió despedirse. Recuerdo nuestro último encuentro en aquel triste y oscuro salón que ya ni la luz del televisor alumbraba. Le intenté hablar pero parecía no reaccionar. El alzeimer hizo que su memoria se apagara poco a poco. Mi tía Pili me decía... "No insista Fernando, ya no entiende" pero creo que el viejo nunca había entendido a nadie como nadie lo entendía a él... creo que yo sí y le dije... "Abuelo voy a surfear... ¿Te vienes a ver tetas a la playa?... y el viejo casi se incorpora como el mismísimo Drácula mientras se reía. Definitivamente... nadie lo entendía.

Un día decidió irse para siempre y no hizo testamento, como el mismo dijo... "para que se peleen" fue cabrón hasta para morir, pero ese gesto lo entendí aunque a nadie le confesé. Era una replica al propio castigo que había sufrido que no por ello no merecido.

Rascacio, avaro, egoísta en el mayor de los niveles a mí me supo dar, lo que nadie podía ver, lo que nadie podía tocar... un montón de historias que me hicieron soñar y ver que hay un mundo detrás de ese mar que el surcó y que navegó para pescar en el con el barco que el mismo había hecho con sus propias manos y aún flota. Al dejarnos el abuelo, dejó un montón de libros, un acordeón, un teclado, un torno, herramientas, murciélagos de plástico y un piso que al no tener ascensor, por muchos años fue la cárcel de mi abuela y la suya propia. No fui al entierro porque según él, yo era el único que iba a verlo, no por ello aguantarlo y la verdad no me apetecía volver a vivir lo mismo que en la despedida de mi abuela, donde un montón de gente que no había sido capaz de visitarla en vida fueron a despedirla para quedar bien con la familia, incordiando en la puerta del crematorio sin dejar al cura trabajar. No recuerdo quien me llamó para darme la noticia. Recuerdo que vivía en el Palmar, corté la llamada, cogí mi bicicleta después de ponerme el neopreno y cargar la tabla aunque ya era bastante tarde. Sólo repetía... adiós abuelo adiós y al llegar a la costa unas enormes olas azotaban la costa. Entré en el mar salado mientras esas enormes olas pretendían devolverme a la orilla sin conseguirlo. La gente salía antes de que anocheciera en aquel frío infierno. Ese día me sentí más marinero que surfista y cada brazada era de rabia. Una rabia incomprendida porque mi conciencia estaba tranquila de haber sido claro con él. Quizás no era rabia, quizás es que realmente lo quería y lo iba a echar de menos. No hay peor sensación que a un niño le digan que no volverá a ver a su abuelo, sé que no soy un niño pero como he dicho antes... nunca llegué a madurar. Llegué donde la rompiente te brinda el respeto por tu valentía. Recuerdo que surfeé dos olas muy grandes casi sin poder ver. En la última, la noche ya brillaba y el negro revolcón que me dio la hola me hizo libre. Al salir a la superficie las estrellas me miraban y yo a ellas, quizás quien sabe, mi abuelo las miró algún día con esa sensación de felicidad que me da el surf. Lo bueno del mar es que llorar en el no contamina y tampoco hay que quitarse las lágrimas del rostro.

Mi playa, El Palmar.

La cárcel de mis abuelos, por decisión propia, se ha vendido recientemente y el dinero de la venta se ha repartido como cualquier herencia que se preste. Mi madre, que no tiene la obligación de repartir lo que de ella es, ha decidido compartirlo con mis hermanas y yo. El caso es que al único varón y el del medio de los tres, este que os escribe, ha recibido 1000 Euros que podría decir que vienen del cielo, pero si los apartamentos de la Biblia existen, el viejo está en el de abajo... al igual que en la cárcel... por decisión propia.

El por ello que he decidido con ese dinero, y ahora es cuando mi madre me mata, mandar la moto a Sudáfrica donde se encuentra su hermano. Lo conocí hace dos años por estas fechas cuando fui allí a surfear. Verlo fue muy emotivo y pude ver al abuelo de nuevo. Se parecen bastante aunque este es más guapo luciendo unos ojos azules que nunca heredé. Marchó alli hace más de 40 años y lleva más de 15 haciendo su propia casa. Lo hace todo, todo todo... desde el cocido de los ladrillos que el mismo le da forma con sus manos. La última vez lo vi en el aeropuerto un ratito mientras enlazaba vuelos a J-Bay y me quedé con las ganas de ver su obra. Definitivamente ya sé a que parte de la familia he salido en la faceta de... se me ocurre algo y lo hago por cojones.

Sudáfrica J-Bay un sueño que se hizo realidad

La idea de este viaje, que es el mismo que este, es hacer Africa de Sur a Norte con la misma moto que compré en Alaska y pretendo llegar a Usuahia. Ya he consultado y para no tener muchos problemas con temas de visados, lo mejor es ir por la costa Este y llegar a Italia en barco, ya que aunque me gustaria entar por Marruecos, parece imposible parar por allí. Se que es pronto, pero tengo esa ilusión. Que me perdonen mis hijos, porque esto demorará mi llegada unos 3 o 4 meses más, pero tendré un millón de historias más para contarles a ellos y a sus hijos, los que serán mis nietos sin olvidarme de mi sobrino Gael que también estoy loco por verlo. Parece egoista, pero realmente no lo es.

Para llegar a Usuahia, creo que hay plata lo complicado será conseguir dinero para el vuelo a Sudáfrica, pero lo conseguiré. Vacunas creo que tengo todas y lo único es que para Agosto creo que termina el permiso internacional de conducir. Espero llegar mucho antes, pero visto lo visto... Mejor callar.

P.D Ojos verdes... Pido perdón por todo

 

viernes, 7 de diciembre de 2012

Dios me odia o me tiene envidia

Como dice mi amigo Augusto y es que eso parece. En Panamá busqué el ventilador y sólo me vendían todo el conjunto incluyendo creo, por el precio, el radiador. Unos 600 euros que lógicamente no puedo pagar. Con la ayuda de Giovanni lo busqué en Bogotá pero nada. Luego el doble pago del vuelo que parece se que en esta semana me devolverán los 350 euros extras que se cobraron. Dentro de lo malo, la empresa Girag, encargada del envío de la moto a Colombia me ha devuelto 250 dólares por retrasar la moto 4 días.

MAMA QUEDA POCO Y MI POBRE ALICIA
 
Ayer por fin y con Alicia de compañera de viaje empecé a rodar sintiendo de nuevo la libertad de un viaje que parecía no avanzar. Hoy, hemos llegado a Cali y el calor a vuelto a ser infernal y con ello el sufrimiento de la moto al llegar a la ciudad. Se calienta demasiado. Desgraciadamente tengo que añadir que la rueda delantera se ha rajado de lado a lado y el freno delantero inservible. La rueda trasera que a primera vista parece tener buena pinta, luce dos heridas de guerra vikinga. Dos hachazos, que no eran novedad pero que con el calor del asfalto y la dilatación del aire parece ser que está loca por estallar. En Cali nos recibía un contacto de Alicia que estaba dispuesto a darnos un techo a los dos. Fernando, que así se llama este hombre tiene un taller de motos en esta ciudad repleta de mujeres preciosas. (Aun no he encontrado un culo plano) Ha pedido la pieza del ventilador y desgraciadamente te la venden con el motor y todo se encuentra en Medellín a una semana para llegar a Cali. El precio es de 180 euros y la pastilla de freno de unos 50. La mano de obra corre generosamente de su cuenta. Las gomas me las va a regalar y el cambio de aceite y el filtro a precio de coste. A eso hay que añadir que a partir de mañana me iré a un albergue de esos baratos que me encantan porque terminas haciendo grandes amigos, como en hostal by Luis de Panamá.

RETORNO ANDALUCÍA...Ya decía que quedaba poco Mama

 

Alicia, que sólo hemos estado dos días rodando continuará mañana. Le he dicho que no quiero ser un lastre y que el camino es largo, seguro que nos vemos por la carretera. Y esa es la jodienda, que tendré que parar una semana más y es que prefiero dejar la moto lista de todo para garantizar la llegada a Usuahia. Me consta que una vez pasada la frontera dirección sur, los recambios serán difíciles de encontrar incluyendo los neumáticos ya que abundan los de motos de baja cilindrada pero no los que yo necesito. (Mis padres estarán flipando... ¡El Niño tiene paciencia!) Padres, con estos culos que he visto por aquí tiene paciencia cualquiera.... Noooo ahora en serio. Prefiero parar 7 dias más y conseguir llegar, que arriesgar en el tramo final y cagarla a lo Carlos Sainz. Así que nada... si no hay novedad por aquí andaremos pasando la vida... pero luego creo que toca maratón.... Que ya toca picha... ya toca...

 

martes, 4 de diciembre de 2012

Bogotá, Una Familia Genial y el Sueño de un Borbón

Compungido y destrozado he llegado hoy junto a esta maravillosa familia después de cenar. Hay demasiados momentos en los que uno no puede, o mejor dicho no debe dar riendas sueltas a sus sentimientos quizás por ello que amo la soledad. Hemos subido a la Virgen de Guadalupe donde la ciudad se convertía en maqueta exenta de maldad y con una luz de metrópolis desarrollada. Las niñas alucinaban a la par mía, como la primera vez que subieron allí. He visto San Francisco desde las alturas, Las Vegas y Vladivostock. Todas las ciudades se asemejan sino que algunas alumbran famosos edificios que nos han vendido las televisiones y otras no, pero al fin y al cabo todas las ciudades desde arriba, son luces de mayor o menor intensidad. Bajamos al centro por la serpenteante y maltrecha carretera mientras las felices niñas cantaban el estribillo de la canción que aleatoreamente ofrecía la radio. Nos introducimos en la maqueta la cual me enseñó la oscura realidad de una ciudad para cuatro. La basura se hacía dueña de unas desafortunadas aceras. Zombies del siglo 21 se apoderaban de partes de la ciudad, en busca de una dosis que fabrica su propio país y que pagan yupis de cualquier ciudad del mundo a precio de oro. Lo que aquí se paga a 5 euros, allí se paga a 70. Mientras observaba la escena miré por el retrovisor y pude ver a unas niñas dentro de una fina burbuja de jabón como carcasa de protección. Las calles señalizaban la prioridad con sus semaforos en los cuales, a esas horas, nadie respetaba el rojo por temor a ser asaltados. Giovanni me decía que no pasaba nada, que ya estaba acostumbrado y lo entendí perfectamente. Es lo único que ha vivido. Luego, y no muy lejos de aquel real infierno, la parte buena de la ciudad, donde la policía hace acto de presencia para proteger a vecinos y turistas que disfrutan de los "económicos" precios del agua ardiente y sus restaurantes de postín. Paramos el coche en aquella zona y la tranquilidad vigilada permitía pasear, pero no mucho más allá de unas calles que comenzaba la pura realidad. Montamos de nuevo en el coche y fuimos a cenar a un restaurante de comida local. Al bajar de coche, la misma escena. La perdición se daba la mano con futuros comensales de nivel medio bajo, como el mismo Giovanni confesó ser. Una preciosa chica de gruesos labios y que no alcanzaba la mayoría de edad, se encontraba sentada en un triste adoquín a la orilla de un sucio charco con peces de plástico. Me miró. Sus ojos verdes no tenían nada que envidiar al cartel publicitario que pretendía ser ejemplo. Quitó la mirada y siguió esperando mientras sus pies nerviosos no la dejaban estár quieta. No me buscaba a mi. No buscaba un cliente. Buscaba a una amiga que llegaría sonriente para arrancarle la vida poco a poco, raya a raya o quizas basuco a bazuco. Antes de entrar al restaurante un chico con rostro de perro de pelea y tempranamente castigado por las situación que le había tocado vivir o por aquel paso en falso que dan los niños pero sin tutor que lo sujete y lo lleve por el buen camino. Quería una moneda y sus ojos ensangrentados y entre abiertos delataban el fin del metal.


Nos sentamos y esperamos la comida. No tenía ganas de hablar y aproveché que había caja tonta por todos lados distrayendo la atención para perderme en mis pensamiento mientras deboraba una sopa que otros habrían cambiado por cocaina. Pense en las tres niñas de Giovanni y Claudia. Que duro lo tienen estas criaturas en la vida, pero que suerte al tener unos padres que sinceramente le ofrecen unos valores que parecerían un cuchillo en una guerra. Como ellos me dicen, son una familia que dentro del nivel medio, es medio bajo. En todos estos días en los que he convivido con ellos, jamás he visto una riña entre las niñas. Una voz de ninguno de los padres y una educación impecable en todo momento por parte de estas tres criaturas. "Gracias" después de cada comida, ninguna queja por el menú y ninguna pataleta. Es por esos valores por lo que me quedo tranquilo. Soy consciente que no puedo luchar contra todas las injusticias de cada mundo por el que paso, pero es imposible que hoy no me haya afectado lo que he visto y donde se queda esta maravillosa familia, que lo que tienen me lo han ofrecido sin esperar nada a cambio.

Valentina, Juan Carlos, Paula, Varonica y Claudia

Esta es la pequeña empresa de Giovanni y Claudia

Decor-Line te ofrece 10 AÑOS DE GARANTIA en sus productos

 

Seguían mi viaje por internet y en cuanto supieron de mi llegada a Bogotá me ofrecieron un techo. Giovanni me recogió en su ¨AKT¨ DE 200 C.C al aeropuerto y me llevó hasta su casa. La primera hora no fue facil, ya que la empresa Girag Air Cargo no había hecho el envio de la moto haciendo que enfureciera, añadiendo que la empresa Edreams sacara dos billetes en vez de uno cobrandome el doble. (ya explicaré esto, aun no han respondido nada) Finalmente lo que iva a ser una noche se han convertido en 5 días. Al llegar les dije que tenía que buscar un hostal o algo para los siguientes días y me dijeron que no. Que para nada. -Es para nosotros una ilusión tenerte en nuestra casa- Es por esto por lo que merece la pena viajar. Al entrar en la casa, lo que para un europeo puede ser diminuta para 5 personas, aquí se apañan bastante bien. Mi pregunta era... ¿Dónde duermo yo? Y la hora de dormir llegó y con ella se acabarían todas las dudas. -Pasa, pasa... y me llevan al dormitorio del matrimonio, no muy grande, donde había puesto un corchón junto al suyo. Es en esos momentos cuando uno piensa... hay gente que no te deja acampar en la puerta de su casa por si acaso te metes en el dormitorio en la madrugada y aquí te meten directamente en el dormitorio... y allí dormí y voy a dormir ahora durante estos días. -Somos viajeros y en lo que podamos ayudar ayudamos- y vaya si son viajeros... en su moto de 200c.c han llegado a estar 18 horas en la moto para recorrer mas de 1000 kilometros para volver el último día y aprovechar así sus vacaciones. Ahora se van con un FIAT, no precisamente nuevo, que funciona con gas natural a Ecuador si no me equivoco... miles de kilómetros con las niñas atrás aprovechando las vacaciones escolares. Y no pensais que van de hoteles... para nada... caseta de campaña y a conocer mundo. A más de uno le da pereza ir a la playa un domingo con semejante tinglao. Pero el siguiente viaje es durante dos meses y unos 22.000 km por delante. Les he animado para que monten un blog porque tiene que ser cojonudo seguir esa historia y es que Giovanni tiene arte. Me recuerda mucho al humor gaditano y su doble sentido.

Este es el coche para la aventura

Y este hombre es Juan Carlos Borbón y tiene una ilusión. El quiere ir a España con un único fin. Encontrar a su madre que lo abandonó a la temprana edad de tres años. No tiene rencor alguno y me decía que lo único que quería es conocer a la persona que le dió la vida. No quiere echarle en cara nada ni pedirle nada. Le dije que lo intentaría ayudar en la medida de lo posible y es que el chico lo único que quiere al menos es hablar por teléfono con ella. Sólo tiene estos datos y espero que alguien me pueda ayudar a alegrar a Juan Carlos que vive con esa pena y si podemos ayudarlo entre todos sería maravilloso y egoistamente, que mi viaje también valga para algo.

Mi madre se fue para España hace 21 años y la ultima vez que pude hablar con ella fue en el año 2.000 y lo unico que se del lugar donde vive o vivía es en Gijón (Asturias) ella se llama Jakeline Echeverri Loaisa

Y esto es viajar. Lo bonito de conocer y lo triste de despedir. Deseo que la vida trate a estas personas con el mismo Cariño que me han tratado a mí.

Y para que veáis que aquí no se pierde el humor os diré lo que ha dicho Juan Carlos hoy antes de irse:

"Como dijo mi mamá.... os abandono"

Mañana me vuelvo con Alicia y el Spot ya está funcionando de nuevo... Un fuerte abrazo familia

 

lunes, 3 de diciembre de 2012

La secta y el librito de Danny Liska

Primero fue un seguidor, quien tímidamente y educadamente, me pidió el favor de conseguirle el libro de Danny Liska, el cual sólo se puede conseguir traducido al español en la ciudad de Bogotá. Me facilitó la dirección y aunque yo estaba aún en Panamá, me puse manos a la obra con la colaboración de otros seguidores del país vecino. A la media hora, Claudia me confirmó que ella me llevaría a por el. Otro seguidor y amigo, también me pidió uno y otro chico el tercero. Uno de ellos me advirtió que el lugar donde podía adquirirlo no era un lugar normal. No se trataba de una librería ni papelería ni nada por el estilo. Que razón tenía el chico. Aquello era y es una secta que venera a Regina 11. Giovanni y Claudia me han llevado en el coche durante 2 horas hasta llegar al sitio de culto que no es una iglesia. Un edificio con aspecto de bloque de viviendas por fuera, con su restaurante y su pequeña tienda de subenir en la cual estaba el libro acompañado de postales de Danny Liska, calzoncillos con la estampa del aventurero y un ambiente que no me gustaba ni lo más mínimo. Estos lugares son frecuentados por mujeres mayores, desesperados de ambos sexos y ajenos como yo. Sólo quería el libro, pero no pude evitar curiosear por la zona alertado por unos extraños cánticos que aún me ponen los vellos de punta. Escondí mi cámara e intenté grabar lo mejor posible lo que me rodeaba. Una vez comprado el libro, me preguntaron por qué conocía el libro y les expliqué que yo andaba haciendo prácticamente la misma ruta y me lo habían aconsejado. Me ofrecieron otros de energías y limpiezas y pollas en vinagre, y les dije que no me interesaban. Al saber que era español, me dijeron que en España tenían "Voz" y que podían ponerme en contacto con ellos para ayudarme. Pero... ¿Ayudarme a qué? Pues a limpiar mi alma o quizás mi bolsillo, este segundo muchó más fácil que el primero. Les dije que no lo necesitaba, que a penas creía en dios ni en sus cosas, que me parecía una manera de sacar el dinero a gente de poca cultura o en horas bajas. El silencio se pudo cortar tras mi sincera contestación. Y lo suavicé con un ... que yo respeto eh! Insistieron he incluso me dieron una tarjeta mientras salía por la puerta.

Ya en casa de Giovanni y Claudia y al montar el video, me di cuenta de una cosa que prefiero pensar que fue casualidad. El audio de la conversación que se originó en la tiendita... falló. Las voces distorsionadas aunque se puede oír algo, pero justo al salir de allí y grabando el disgusto por el precio de mandar los libros a España, 250 dólares, ahí el audio no fallo. Casualidad o causalidad... me importa un carajo si alguien me manda algo del más allá, que de la cara. Por cierto, la tal Regina 11 aún vive y aquí en Bogotá en su lujosa casa mientras los demás la veneran.

 

Aquí tenéis la página web de Regina 11 el correo y la dirección por si alguien quiere comprar el libro o limpiar el aura o yo que sé.

 

domingo, 2 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD

Llegó la navidad y con ella sus melancólicas y adelantadas luces que ayudan a los comercios para hacer negocio del negocio. Nunca me ha gustado la navidad aunque sí una buena farra en familia. El año pasado la pasé en Suecia con un manto de nieve junto a mi hijo y su madre. Especiales porque estaba con mi hijo y puder ver sus ojos y su alegria tras la visita del Nordico Santa. Recuerdo como miraba esa guitarra española con cejas interrogantes y como sonreía al ver como sonaba en las torpes manos de papá. Aquello fue lo mejor de aquellas navidades donde no hubo cena especial, exesos de alcohol ni tampoco sexo.

 

Ya en Panamá los supermercados anunciaban la fecha del nacimiento del niño jesus o de dios o yo que se... nunca me he aclarado con eso. Caminar en bañador mientras suenan villancicos es algo extraño para mí pero no por ello el sentimiento de tristeza que me genera estas fechas. Fechas en la que las televisiones nos recuerdan de lo afortunados que somos porque tenemos comida mientras otros pasan hambre en algún lugar de África, haciendo que nuestros corazones se estremezcan e incluso sintiendonos culplables. Ya aquí en Bogotá, aunque con mucho más frio que en Ciudad de Panamá, los villancicos suenan y los arboles lucen el disfraz de la fecha. ¿Dónde estaré cuando llegué la fecha real de la navidad? Estaré solo o en compañia. Chile o quizás Argentina. Me importa una mierda y menos aún si el mundo se acaba el 21 de Diciembre. Tengo una teoría sobre ello, quizás sea otra guerra mundial... que me pille almorzado. Lo que si voy a echar de menos es ver el sorteo del gordo y es que me emociona mucho ver a la gente festejando los premios. Todas esas caras felices bajo una lluvia de champang generando una energía capaz de hacerme llorar. Lo reconozco, lloro demasiado. Y eso es lo que me ha pasado hoy al ver las putas luces de navidad que estaban colocando los vecino de Claudia y Giovanni a lo largo de toda la calle para hacer que un barrio obrero, donde las puertas carecen de adornos y preciosas entradas, donde la humildad que habita el barrio es más real que el propio barrio, se vea alegre anunciando estas señaladas fechas.

 

Me jode por mis hijos, eso sí... aunque también me jode estando en casa porque tengo la desgracia de no vivir con ninguno de ellos. Una que cumplirá este mes la docena y el vikingo que se encuentra en Suecia. Creo que es por ello, por lo que no me gustan estas fechas o quizás desde que me enteré que los Reyes Magos eran lo padres, lo cual me causó un sentimiento de estafa dificil de explicar. No sé que ocurrirá por esas fechas; se acabará el mundo, llegará otra guerra mundial o quizás se acabe la crisis... lo único que sé es que seguramente me encuentre en America, echando de menos el sorteo del gordo y una farra con la familia... y por supuesto los ojos de mis hijos al ver los regalos, pero esto último y desgraciadamente siempre lo he echado de menos.

De todos modos y aunque si lo digo es pronto pero no cuando ya estamos infectados comercialmente de ella... ¡¡FELIZ NAVIDAD!!