Haber tenido que cambiar la
ruta 40 por la 3 es como cambiar un restaurante de lujo por un Mc Donals. Es
más rápido, probablemente más barato y la base de todo es comer. En este caso
el restaurante rápido, que no era el deseado por mí personalmente, pero ha hecho que
encuentre a personas por el camino que ya conocía y que me he alegrado
muchísimo de volver a verlos. La ruta 3 es una recta tras de otra que parece no
terminar jamás y eso a cualquier motorista o viajero, persona, animal y yo que
se más… lo aburre indescriptiblemente.
Una de las primeras personas
que encontré de nuevo y ofreciéndome su ayuda fue Ángel Reyes que volvió a
abrirme las puertas de su casa aunque ahora viniese acompañado. La idea era quedarnos una o dos noches pero
finalmente fueron tres, ya que de haber salido un día antes coincidía con la
vuelta de las vacacione de todos los argentino. Casualidad o casualidad, de habernos
quedado una sola noche como teníamos pensados, nos hubiésemos comido de lleno
las inundaciones que tanto han afectado a Buenos Aires y en especial a La
Plata, el día en cuestión.
Ángel me parece un tipo
bondadoso, amigable, sencillo, humilde y mil adjetivos más que visten a estas
maravillosas personas. Ayuda a motociclistas viajeros y ya son muchos los que
han dormido en su casa a cambio de nada material. Simplemente quiere viajar
desde su hogar con las historias de unos y de otros. Si eres motoquero y
piensas pasar por Bahía Blanca, estoy seguro que Ángel estará encantado de
ayudarte en lo que le sea posible, porque Ángel, es uno de esos ángeles que hay
por el camino.
Cerca de 700 kilómetros de
eternas rectas nos esperaban hasta llegar a Buenos Aires capital y la verdad es
que creo que aún no hemos salido temprano ningún día y este no fue menos. El
problema es que cuando sales tarde, si pasa algo, puedes llegar demasiado tarde
a tu destino y este, sí que fue el caso. A 200 km de Buenos Aires, el cable del
embrague dijo, hasta aquí llegué yo y cansado o más bien roto por el partido,
pidió el cambio. Suerte que son rectas y cuando me percaté de la baja, esperé a
una gasolinera para parar la cargada moto. Encontré un taller que buscó huevo
de la chistera y tuvo la amabilidad de buscar un hueco para mí y cambiarme el
cable. Entre una cosa y otra nos retrasamos 2 horas y según mis cálculos
llegaríamos a Capital sobre las 23 horas, donde nos esperaba Fernando. Y así
fue. Pero el problema es que yo y el GPS, no nos llevamos bien y la verdad es
que no lo tenía bien programado y me hacía, lo que le daba la gana. De noche y
sin soporte para el aparato, lo llevo en la maleta del tanque, y a pilas, por
lo tanto no va iluminado continuamente. Decidí dejárselo a ojos verdes para que
ella me fuese guiando y en el primer cambio de dirección, ojos verdes que tenía
la prueba de fuego, no calculó bien y nos pasamos de salida. El GPS no es
persona y te calcula el sitio más corto o el más rápido e incluso si te sientas
a hablar con el, puedes evadir las autopistas y carreteras no pavimentadas pero
creo que nunca te dice: “Mira picha mía, no agarres esta ruta que están todos
los delincuentes de la ciudad”
Y por allí justo, nos mandó
el GPS de los cojones. Nadie paraba en los semáforos en rojo, llegamos a ver
incluso persecuciones a pie entre maleantes y algún extra de “Walking Death”
pero finalmente, llegamos a nuestro destino, Bernal, donde nos esperaba
Fernando.
A Fernando lo conocí a la ida
y gracias a “Manu” un Argentino afincado en Conil. Cuando supo de mí la primera
vez, se leyó el blog durante toda la noche y quedó impactado de cómo se realizó
el viaje. A la vuelta con “Ojos Verdes” quería ser partícipe de nuestra
historia dándonos una mano. No contento con abrirnos las puertas de su casa, se
puso en contacto con una importante cadena de radio argentina y nos invitaron a
ella para contarles nuestro viaje ante 500.000 oyentes y televidentes ya que se
emitía por internet. Íbamos a estar unos dos o tres días como mucho pero finalmente
fue casi una semana donde no nos faltó una cama, aseo, comida y todo lo que
precisáramos. Intentó contactar con Kawasaki Argentina para que nos ayudaran
con la puesta a punto con la moto, con la mala fortuna que el responsable no se
encontraba en la ciudad, pero la intención es lo que cuenta y la vida son
detalles, y este chico tuvo muchísimos con nosotros. La moto finalmente la
dejamos en el taller de Gi Gi, donde ya estuve a la ida para hacerle unas
cosillas a la moto y era de confianza. Gi Gi no es Kawasaki, pero ha tenido el
detalle de regalarnos la rueda trasera y hacerme un buen precio por todos los
arreglos que ha realizado. Yo sólo puedo hacerle este video con todo mi cariño
para que humildemente, también forme parte de nuestra historia.
La moto quedó perfecta, pero
tuve la gran cagada de acordarme de arreglar lo que sólo se ve y no caí en la
cuenta de hacerle un reglaje de válvulas que seguramente ya precise. Al otro
día marché de casa de Fernando y pasamos antes por su gasolinera que se
encuentra en Los Olivos y para rematar en detalles nos invitó a comer y nos
llenó el tanque de gasolina para que siguiéramos nuestro viaje. Jamás podré olvidar todo lo que ha hecho
Fernando por mí y le debo, más que una, pero se que nos volveremos a encontrar
y la siguiente será en España y ese es mi terreno, espero no defraudarlo.
El siguiente destino era
Uruguay, que sé que no está en la panamericana, pero Puertorrealeños que han
emigrado aquí por trabajo, me dijeron que tenían ilusión en vernos por aquí y
aquí estamos y desde aquí os escribo. Ellos son tres y una de ellos, que es
chica, y si habéis visto mi viaje desde el principio, ya la conoceréis porque
es la tercera vez que me topo con ella en este viaje. La primera en Vancouver,
la segunda en Buenos Aires y esta última en Carmelo, Uruguay. En la siguiente
entrada os hablare de ellos y de más gente maravillosa que hemos tenido el
placer de conocer en Carmelo. Gracias por estar ahí y ya sabéis… sois mi
gasolina.
Os dejo con algunas fotos hasta la fecha.
En Ruta
Ruta 3
Vorterix
Buenas Visitas
Cambio de embrague
Mi amigo Santiago
dale "parcero" ahí voy montado con ustedes, en Colombia, en el eje cafetero los estoy esperando, este es mi facebook para que vayan sabiendo de mi https://www.facebook.com/jorgepetosoto
ResponderEliminarun gran abrazooo
se nota ke este viaje es otro rollo :D
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