La Panamericana y el Búfalo (2): Bienvenidos a "hostal Panamá by Luis"

Un lugar seguro, barato, limpio y con un servicio inmejorable

Creo que han pasado dos semanas desde que llegué a la Ciudad de Panamá. Intenté en vano cruzar el tapón de Darién y mientras, lo que principalmente he hecho es esperar y esperar. A toro pasado, quizás debería de haber metido la moto directamente en el avión con Alicia y viajar a Colombia. No me apena porque sin querer he conocido San Blas y unas personas maravillosas en el "Hostal Panamá by Luis" Cada vez tengo más claro, que permanecer en un lugar como este es "El Viaje estático" unos llegan, otros se van y así continuamente. La verdad es que por mi habitación no han pasado mucha gente pero ha sido divertido. La primera noche ya la habitaba un chico norteamericano que dormía de día y vivía la noche. Era lento y simpático quizás, por el efecto de la mariguana que nunca le vi fumar. Luego estuve unos días solo y otros fuera con el intento del Darién pero la siguiente visitante fue una Parisina de origen africano. Suena bien, pero nada más lejos de la realidad. Yo me encontraba en mi cama cuando ella llegó junto a Luis, el dueño del hostal. Ella solo repetía al ver la habitación ¡Oh Dios mío! ¡Oh Dios mío! Parecía que aquello no le gustaba para nada. Luis me miraba y se reía en silencio. Ella revoloteaba por el cuarto como sí fuese una cámara de gas. Al final se quedó allí conmigo. Al rato volvió con dos gigantes maletas y empezó a poner toda la ropa sobre su cama. Empezó a mostrarme toda la ropa interior que se había comprado. Empecé a alucinar. Aquella delgada y estilizada chica llena de protuberancias por todo el cuerpo las cuales se marcaban en su ajustado suéter, lucía una pata de plástico. Ella decía que tenía un problema de ligamentos porque era bailarina. 3 en 1 en vez de réflex utilizaba la colega. Después de tal show y desfile de porno ropa interior en un cuerpo desafortunado, decidí salir fuera con los chicos. "Está loca la coja" y yo lo confirmé. Salió y se unió al grupo. Empezó a alardear de su gran vida llena de glamour y viajes por todo el mundo a todo lujo. ¿Qué pintaba allí entonces? Pues probablemente todo aquello era un farol innecesario frente a unos tipos normales que no envidiaban aquello o un intento desesperado de equilibrar sus carencias personales. Yo decidí al rato irme a la cama porque aquel monólogo de porque yo y porque yo, me aburría demasiado. Arrastrando su cojera aumentada por la embriaguez, entró en el cuarto e intentó cerrar el pestillo de la puerta. "No puedo" me decía mientras yo me hacía el dormido. Me tocó para despertarme y pedirme que cerrara la puerta. Me levanté y cerré. "Esto esta limpio" le confirme sin mentirle que sí. "No me siento segura" No te preocupes que no pasa nada y hay un seguridad. "Pero no me siento segura" y ahora, mientras me miraba y se metía el dedo gordo en la boca. Reconozco que aquello y aunque había poca luz, daba escalofríos. Mira, tengo sueño, acuéstate ya que no pasa nada... y me metí en la cama. El Bicho, no el cantante, me tocó los pies. ¡Queeeee! Tengo que poner el teléfono a cargar... Y el único enchufe de la habitación en mi cama.... Dámelo que yo te lo pongo... No... Lo pongo yo... Excusa perfecta para deslizarse y meterse en mi cama... Salgo de mi cama mientras dejo que ella termine la operación. Me mira y se vuelve a meter el dedo en la boca... ¿Qué haces? Pregunta absurda donde las haya... A lo que responde. "Déjame que te coma la polla, no te preocupes tengo condones para que me folles" imaginaos todo esto en inglés y en este momento pensé que el "traductor de google" se había escacharrao. Ella confirmó que no. Temí que aquello se convirtiese en una escena de "No es país para viejos" donde nuestro Bardén con la cojera perseguía a su víctima. Pero no, me di la vuelta y salí de nuevo fuera. Si hubiese sido al revés probablemente me hubiese pegado una buena temporada sin poder actualizar el blog.

Pero son casos raros que uno recuerda con simpatía. "Que fea era la hija puta" Yo me descojono con estas cosas. Esto es viajar que cojones. Luego llegó un señor pequeñito de Filipinas y aunque me invitó a comer algún día, no pude aceptar la invitación aunque intercambiamos palabras alguna que otra vez. El hombrecillo alucinaba con mi viaje.

En el Hostal by Luis nos juntábamos principalmente "Los hermanos Brothers" Juan Carlos y Eduardo de León, el Catalán Enric, el guarda Rogelio y algunas tardes Hernán de Sevilla y su chica Monjira de Tailandia. Omar el chico Venezolano de la recepción y también se unió Cristian el gallego. Todos valoran mi viaje y del modo que lo estoy haciendo. Entre el Catalán y los hermanos Brothers tienen una empresa y han decidido patrocinarme con 300$ el gallego Cristian tras conocer mi historia y leer el blog llegó con un billete de 100$ y me dijo; Chico, los cojonazos que tu tienes no son normales, toma. Luis, el dueño del hostal me ha dejado mucho más barata la estancia en su hostal. Os podéis imaginar como me siento en estos momentos en los que estoy a punto de pasar página y cambiar de país. Me han visto reír, me han visto incluso llorar y sufrir. Me han visto llegar e intentar pasar el tapón de Darién. Me han visto buscar barcos, me han acompañado a buscar cosas que necesitaba y hemos hablado mucho. Cada uno con su historia y sus problemas en la otra parte del mundo. Añoranzas por doquier de personas que llevan años aquí sin volver a España. Yo ya sé, que aunque estaba y estoy loco por irme añoraré estos momentos. Esto es viajar.