Haciendo un inciso en esta entrada, un poco así de pronto. Os dejo este enlace. Si creéis que he nacido para Discovery, me dais un me gusta, lo compartis o escribir un comentario o me mandais al por pipas... os lo dejo y espero que os guste mi exposición. GRACIAS!!
Ecuador y Colombia han sido
países de reencuentros, otros frustrados otros imposibles y otros nuevos amigos
del mundo de las dos ruedas, que con cariño han querido conocernos. Llegar a
Guayaquil y con la hospitalidad de Gabriel y volver a ver a Hernán y Faly fue
una gran alegría, me atrevería incluso a decir que una premonición que se hizo
realidad. El saludo creo que no fue ni muy efusivo y es que con las redes
sociales, parece que todos vosotros sois el tercer paquete y decir que hace 2
meses que salimos de casa, parece mentira.
Amigos de Guayaquil
¿Margarita dónde estas?
Margarita, Gabriel, Hernán, Carlotta.
¿Qué es la amistad? Con un
diccionario en la mano, podría explicarlo fácilmente pero la amistad no se
explica, se siente y los sentimientos son difíciles de expresar aunque ya todos
sabéis a lo que me refiero. Eso es lo que me han brindado estos compañeros de
aventuras en mi segundo paso por Guayaquil. La amistad con mayúsculas, sin
peros ni canjes ni escobas, ni picos y palas… simplemente ojos viendo lo que
sus oídos les contaba a través de nuestras historias. Una ayuda en el camino
desinteresada y platos de cariño. No sé explicar lo que es la amistad pero la
he sentido. Y la amistad también se sufre. Hernán y el pequeño gran Gabriel nos
acompañaron en sus máquinas a la salida de la ciudad y justo en una rotonda nos
dijeron “Suerte amigos… ya sabes el camino, todo recto” Nos despedimos. Ojos
verdes y yo sufrimos. “No te preocupes, ya salimos. Volveos” Sus motos se
hacían más pequeñas a medida que se distanciaban y ese nudo que te exprime los
ojos llegó. ¿Por qué? ¿Por qué tanto cariño? Al mirar por el espejo retrovisor
de Chilitrini pude ver que Ojos Verdes, sus verdes ojos, expresaban los mismos
que los míos. Y quizás eso sea la amistad o el resultado de cuando se aleja…
pero sí, tenéis razón… siempre nos quedará internet... o no. Y la carretera
continuó uniendo kilómetros y la sarna ya se estaba erradicando gracias a que
Gabriel nos llevó al medico y este, puso solución.
Llegamos a Quito muertos de
frio, mojados y con los dedos dormidos. La carretera era maravillosa, el paisaje
no pudimos verlo por una neblina espesa que lo impedía y los camioneros
terroristas del asfalto. Unos sin luces y otros ocupando los dos carriles en
tiempos de curvas, aspirantes imposibles del equipo Ferrari, al acortar por la
chicán de una carretera pública. Uno de ellos, en una carretera con dos
carriles en la misma dirección, llegó a tocarnos las maletas y casi terminamos
debajo de aquél gigante de hierro. (Su puta madre sin perdón)
Quito
En Quito, en un principio nos
esperaba otro Gabriel. Un tipo genial con dos hijos maravillosos que estaba
loco por ver. Pero las cosas pasan por algo y no pudo ser tal esperada visita.
Pensé que al otro día si sería posible pero me equivoqué. Los males son males y
cuando un ser querido cae en sus garras, es lo primero que hay que atender. El
mismo nos dio las señas de un hotel que se había molestado en buscarnos.
A la
mañana siguiente recibimos un paquete. Una camiseta de su proyecto de vuelta al
mundo que toma forma poco a poco, dos pegatinas del mismo, una pulsera con los
colores de Ecuador, un parche para la chaqueta y dinero para pagar el hotel y
para ayudarnos en el viaje. El sabe que no acepto dinero de particulares, pero
con aquella jugada no tuve opción. El dinero ayuda, pero no haberlos podido ver
me dolió muchísimo. Lo he dicho muchas veces y quien me conoce lo sabe y soy
demasiado sensible. Prefiero una bofetada que una situación como aquella. Sólo
quiero que se recupere esa persona lo antes posible. Que su proyecto, en el que
recaudará fondos para niños con cáncer se haga realidad y que en su paso por
España, pueda acompañarlo unos kilómetros o al menos saludarlo. No tenía ganas
de seguir al otro día y frente al hotel que nos regaló Gabriel, había otro a
mitad de precio y decidimos quedarnos un día más en Quito.
Esa mañana llegó una viajera
muy especial que quería conocernos y yo a ella. Belén, una Argentina que salió
de su casa en una pequeña honda de 125 y 500 dólares con destino México. Con
poco dinero pero con todo el tiempo del mundo y sin ataduras en el salón, emprendió
este viaje sin fecha de vuelta. Lleva cerca de un año y mas de 20.000
kilómetros donde a vivido muchísimas experiencias increíbles. Nos fuimos a
comer, a conocer un poco de Quito y la verdad es que lo pasamos en grande. Una
aventurera especial con alma de exploradora. Desde aquí le deseo éxitos y
vivencias.
Quito
Quito
Y llegamos a Colombia. La
reina del café, de las mujeres bellas, el agua ardiente y la mala fama... y es que unos tienen las fama y otros... no sé que de la lana.
Las aduanas son aduanas y
esta en concreto nos es tan molesta como otras que hay por ahí. Pasamos a
Colombia y llegamos a Ipiales donde encontramos un lugar más o menos económico
para pernoctar. Unos 25 dólares. Al preguntarle al recepcionista que como era
la situación por la noche en aquella zona, nos recomendó que no deberíamos
salir. Y eso hicimos… encarcelarnos.
Al otro día salimos en
dirección Popayán, la ciudad blanca. Una auténtica réplica de algún pueblo
andaluz. Y es lo que tienen las ciudades coloniales, que son impresionantes
para cualquier persona, menos para uno, que como yo, se crió entre pueblos
blancos y calles adoquinadas, iglesias blancas con campanarios y antiguas
lámparas donde un día hubo velas. Eso sí, nos sentimos como en casa en estas
ciudades coloniales y en este caso aún más porque nos volvimos a encontrar con
Fernando Toscano que nos brindó su hogar y al ver que ya estábamos totalmente
curados de la sarna accedimos. Lo que iba a ser una noche fueron dos y es que
llegar un Sábado es lo que tiene. Salimos en su coche para conocer la ciudad,
su precioso casco histórico y hablamos de motos, viajes y su proyecto de montar
un hostal destinado a moteros que se llamará “Toledo” en honor a la ciudad
española que lo encandiló en su viaje por nuestra tierra en moto.
La noche se tornó turbia tras
los tragos de agua ardiente. Al otro día, el Domingo se suponía que íbamos a
llegar a Manizales, donde nos esperaba Jorge Soto, pero nos fue imposible. Ojos
Verdes durmió todo el día y yo no fui menos. Lo necesitábamos. Un viaje que
tenía y tiene que ser de placer, se estaba transformando en una contra reloj. El
Domingo, todos permanecimos en la misma casa pero nadie se vio. Yo aproveché para calcular el presupuesto,
ahora aumentado, ya que mi padre me ha concedido un mini crédito de 1000€, pero
que aún así, no nos llega para mandar la moto en avión y nuestros dos vuelos ya
que salen por un pico el total. Así que lo intentaremos en barco pero de la
forma “Alegal” la barata e incómoda, pero la que apunta a aventura.
Fernando Toscano de Popayán
Nos despedimos de Fernando
Toscano, señora e hijos, con la sensación, de que algún día dormiré en el
“Toledo” y de camino a Manizales, cerca de Buga nos esperaba un matrimonio
genial. Luís y Patty.
Luis Carlos y Patty de Buga
Nos enseñaron Buga y su espectacular y famosa iglesia que
es famosa por la cantidad de milagro concedidos. Nos contaba, que todos los
días 14 de cada mes, la plaza se llenaba de creyentes. Nos abrieron las puestas
de su casa y nos enseñaron sus maravillosas fotos de viajes. Insistían que nos
quedáramos pero teníamos que continuar y llegar a Manizales. Después de hacer
una espectacular ruta, donde no nos falto buenísima comida y café de la tierra
en un maravilloso paraje, nos acompañaron a nuestro destino.
El restaurante con la camiseta de Gabriel Proaño
Camino a Salento
Ahora era Jorge
Soto quien les insistían a ellos que debían dormir en su casa y finalmente los
convencieron para que no volvieran unos 200 kilómetros en la oscuridad de la
noche. Finalmente accedieron y todos dormimos en casa de este loco seguidor del
Búfalo y de todas esas personas que viajan en moto y lo comparten en internet.
Me rio mucho con este tipo, sobre todo cuando empezó a decir que yo, era el
mayor “comemieldas” que había visto. Se sabia todos los videos y el blog de
memoria. Y al final de todo… para esto se hace, para disfrutar y hacer
disfrutar… y con estas personas que he conocido, amantes de las dos ruedas… ha
vuelto a nacer una nueva amistad.
Jorge Soto de Manizales
Como la que tengo con la
familia compuesta con Claudia, Giovanny y sus tres maravillosas hijas, también
con Juan Carlos Borbón, todos residentes en Bogotá y que con la imposibilidad
de mandar la moto en avión y pillar la capital en sentido opuesto, no podré ver
en esta ocasión y me apena muchísimo ya que son personas maravillosas que tanto
me ayudaron… pero quien sabe. La vida da muchas vueltas y algo me dice que
algún día los volveré a ver. Me veo obligado, incluso a pedirles disculpas,
pero me es imposible por dinero y tiempo, realizar la visita.
P.D: Miro mi correo. Hernan,
Faly y otro amigo de Ecuador, tienen un billete para España en Septiembre. 21
días por España en moto. Yo seré su invitado y su guía… Ha nacido una nueva a
aventura y esta vez juego en casa.
Otro P.D Imposible editar videos por falta de tiempo, pero se pondrán en la siguiente entrada del blog. Espero que sea pronto.
muy bueno buffffff y ojos verdes...al prinicipio leerte era casi imposible, andaluz jijiji jiji hasta para redactar ¡¡¡¡ vamos mejorando ..un fuerte abrazo desde salto uruguay
ResponderEliminargero